miércoles, 12 de diciembre de 2007

El día que perdí la cordura, pero tampoco la busqué


Si algún día me faltaras, quizá sería más cuerda…porque siento que la locura ya la alcanzamos cada vez que nos miramos, o simplemente nos intuimos. Incluso hay días en los que echo de menos mi lógica razón…ya no sé donde la perdí, quizá tampoco la busco…o tal vez la dejara en tu cama, esperando que al despertar me la devolvieras…pero por lo que puedo entender hasta hoy, creo que decidiste quedártela, con o sin permiso, que más da…te la hubiera entregado sin pensarlo, porque de otra forma no se hubiera dado todo lo que guardo en mis sentidos, en mi piel, dentro, muy dentro de mi… y quizá esto sí hubiera sido lo que finalmente me hiciera enloquecer…

A sí que, sin más he decidido aprender a vivir sin ella, e intentar obrar sin su sabia presencia, así, tampoco estaré sujeta a mis juicios de valor, que honradamente, me hubieran llevado lejos, muy lejos de tu camino. Pero he de decirte, que esta noche dentro de mí, ha habido un conato de rebeldía en esa parte que se siente entre pulmones y tripas pero nunca me supieron dar el nombre, en ese sitio donde crecen los vacíos y se llenan de olor a tierra mojada. Y por un momento pensé, que los pequeños seres que en aquella zona habitan llegarían a la cima de mi montaña, esa que tan bien acaricias, y plantarían allí en lo alto, la bandera que ondea “por una vida sin ti”. Pero ¿sabes? Creo que finalmente se suicidaron, sin previo aviso y se disolvieron entre una espesura de agua y chocolate…fluida, pero a la vez caliente y espesa…

Y ya ves…aquí me vuelvo a encontrar, quizá para seguir perdiéndome, quizá para empapelar la ciudad de carteles “a la cordura perdida”, pero sin recompensa, porque decidiste también llevarte las pocas monedas del cenicero del cuarto de estar..esas que algún día nos llevarían lejos…así que bueno, decido volver a la cama, con las sábanas aún templadas por tu ausencia, quizá allí en alguno de los sueños interrumpidos por el subir y bajar del viejo ascensor vuelva a retomar los pasos perdidos de la parte mía q te quedaste…o, verás, ahora q lo pienso, más bien, te la regalo, sinceramente, sin ella quizá, quién sabe, consiga reinventarme y encontrarte un hueco en alguna de esas cajas en las que guardo media vida…en alguna de esas cajas de cartón, repletas, que nunca ordené.

2 comentarios:

Niclos dijo...

Estoy estrenando tu zona de comentarios de tu blog, jijijijii, he sido el primero!!

Un besazo, y continúa publicando cosas en esta tu ventana al mundo.

Ada dijo...

Asomarse al corazón de alguien puede dar vértigo, pero la sensación de felicidad merece todas las lágrimas posteriores, si es que las hay... Gracias. Porque creo que hacía tiempo que te buscaba y no te encontraba y de un tiempo a esta parte te estás mostrando como siempre. Te añorábamos. Y ahora con tu blog, siento que te dibujo completa. Gracias Tere. No pares nunca. Es genial lo que escribes. ¡Felicidades por tu blog! Ya tienes un enlace en nuestro tragaluz, bien merecido y con cariño. Sigue. TQ